Después de muchos años de esfuerzo y dedicación he conseguido llegar hasta aquí, y hoy en mi primer día de clase quiero recordarme los motivos que me llevaron a elegir esta profesión.
Desde muy pequeña
he tenido la figura del docente muy presente en mi día a día, y es que mi
abuelo, una de las personas a las que más he admirado, era maestro.
Recuerdo como me
enseñaba el lenguaje de signos, me contaba infinidad de anécdotas de sus
alumnos, y como desde que tengo uso de razón me ha inculcado la importancia del
esfuerzo y la constancia.
Él me ha
transmitido que poder ser docente es una gran suerte, que la función del
docente va más allá de limitarse a dar una clase, es sinónimo de implicación,
de compromiso, de tolerancia y de empatía.
Con el paso de
los años he ido conociendo a profesores que han sido grandes profesionales y
maravillosas personas, llegando a convertirse en un referente para mí. Ellos me
han enseñado a confiar en mí misma y a entender que todos y cada uno de
nosotros somos diferentes, que no hay dos niños iguales, pero que somos iguales
de capaces.
Gracias a ellos y
a todo lo que han sabido transmitirme estoy hoy aquí.
Me quedan muchos
años de trabajo por delante y espero no olvidar nunca los motivos por los que
soy profesora. Así como llegar a ser algún día para mis alumnos, lo que mis
profesores han sido para mí. Ser capaz de inculcarles buenos valores,
motivarles para que consigan sus metas y por qué no conseguir que se diviertan
aprendiendo. Apoyarlos y sobre todo enseñarlos a ser resolutivos.
Conseguir todo esto y ver como los alumnos
aprenden, evolucionan, crecen como personas y van consiguiendo sus objetivos,
es la mayor de mis motivaciones.
Y tú, ¿Por qué eres docente?
https://www.youtube.com/watch?v=tyAt8B4Kppg
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